La coma: Definición, uso, reglas, ejemplos y ejercicios resueltos

La coma tiene tantos usos dentro en el español que cuesta poder aprenderlos todos. Por si fuera poco, algunos de ellos son reglamentarios, mientras que otros quedan a elección de quien escribe. No obstante, una vez que los hemos dominado podemos escribir oraciones con un sentido más claro.

La coma

Así pues, hemos creado un post orientado a explicarte cada uso y cada regla de este signo de puntuación. Nos aseguraremos de poner todo lo más fácil posible, y además te daremos varios ejemplos. Ya al final encontrarás una serie de ejercicios diseñados para que pongas a prueba tus conocimientos.

¿Qué es la coma?

La coma es un signo de puntuación que indica una pausa de corta duración dentro de una oración o enunciado.

Esa cualidad la hace parecerse a muchos otros signos de nuestro idioma que también añaden pausas en los textos, como por ejemplo el punto y el punto y coma.

A pesar de eso, hay una notable diferencia en la duración de la pausa. Si juntamos los tres signos en orden de menor a mayor se hace más fácil entenderlo:

  • Coma: indica una pausa breve.
  • Punto y coma: representa una pausa de mediana duración.
  • Punto: indica una pausa larga (sea cual sea el tipo de punto).

Reglas de puntuación de la coma

Las reglas de la coma son más reducidas que las de otros signos que también usamos mucho al escribir, lo cual facilita en gran medida su aprendizaje. En total tenemos tres:

  • Va unida a la palabra o signo que viene antes.
  • Va separada de la palabra o signo que viene después.
  • Va seguida por minúscula.
Va unida a la palabra o signo que viene antes
La coma tiene que ir unida a cualquier signo o palabra que esté antes de ella en una oración, sea cual sea:
  • “En la luz de la luna pude ver un extraño reflejo, aunque existe la posibilidad de que fuera solo un sueño” (correcto).
  • “En la luz de la luna pude ver un extraño reflejo , aunque existe la posibilidad de que fuera solo un sueño” (incorrecto).
  • “Quisiera comprarme un nuevo ordenador (tal como hizo tu hermano), una mesa y una silla de oficina” (correcto).
  • “Quisiera comprarme un nuevo ordenador (tal como hizo tu hermano) , una mesa y una silla de oficina” (incorrecto).
Va separada de la palabra o signo que viene después
Contrariamente a la regla anterior, la coma siempre tiene que estar separada por un espacio de cualquier palabra o signo que venga después de ella:
  • “La coronación de Carlos V como emperador fue un suceso que cambió a Europa, ya que su poderío abarcaba buena parte del continente” (correcto).
  • “La coronación de Carlos V como emperador fue un suceso que cambió a Europa ,ya que su poderío abarcaba buena parte del continente” (incorrecto).
  • “Sin embargo, (lo siguiente es solo suposición mía) podría ser posible que nunca hubiese acudido a la reunión” (correcto).
  • “Sin embargo ,(lo siguiente es solo suposición mía) podría ser posible que nunca hubiese acudido a la reunión” (incorrecto).
Va seguida por minúscula

Toda palabra que coloquemos luego de una coma debe estar en minúsculas, a menos que se trate de un sustantivo o nombre propio:

  • “Dentro de los postulados hubo errores, todos relacionados con el fundamento teórico utilizado”: aquí la palabra “todos” es un sustantivo común, así que va en minúsculas.
  • “En su nueva obra sobre la historia de Perú, Carlos Botero plantea un origen distinto al indígena”: en este caso “Carlos” es un nombre propio, de modo que debemos colocarlo en mayúsculas por regla general.

¿Para qué sirve la coma?

La coma sirve para dos cosas: establecer pausas cortas y separar segmentos de la oración.

Lo primero ya lo establecimos más arriba. La pausa de la coma es breve, así que al leer un texto debemos detenernos solo unos segundos cuando nos la encontremos.

La segunda función implica una separación más relacionada con el sentido dentro de las oraciones. Esto se basa en que en ciertos casos una coma puede permitirnos cambiar el significado por completo.

Sea como sea, ambas funciones se dividen en varios grupos de usos. Pasemos a estudiarlos uno por uno, para que te sea más fácil aprenderlos.

Para añadir incisos

Las comas pueden servir para añadir incisos dentro de cualquier párrafo o texto. Lo que hace específicamente es separarlos del resto del enunciado, para evitar confusiones.

En ese sentido, hay que usar una coma delante del inciso en cuestión y otra luego de él:

  • “En la academia de Madrid, la misma a la que mi padre se empeñaba en mandarme, descubrieron un gran nivel de corrupción entre los directores de la institución”.

Esta función la podrían cumplir también el paréntesis y la raya, aunque si haces eso el inciso quedaría aún más aislado del texto.

Por supuesto dentro de este grupo podemos encontrar varios usos específicos:

Con aposiciones
Una aposición es una oración o enunciado que aporta una información al texto anterior a ella. Esto sirve para especificar de quién o de qué se está hablando:
  • “Alfonso, el beisbolista que todos conocían en el pueblo, era un gran amante del alcohol y de la comida”.

En ese ejemplo la aposición es “el beisbolista que todos conocían en el pueblo”, y le permite al lector identificar quién es Alfonso. Veamos otro caso:

  • “El estéreo inalámbrico, el aparato que permite escuchar música a través del servicio Bluetooth, se ha hecho más cómodo que los auriculares”.

El segundo ejemplo tiene que ver con un objeto y no con una persona, aunque la aposición (“el aparato que…”) sigue funcionando para lo mismo que en el primero.

Con adjetivos explicativos
Los adjetivos explicativos son un tipo de adjetivo que permite explicar la causa o razón de algo que se dice en el texto:
  • “Los estudiantes, exhaustos, prefirieron quedarse en sus casas y no ir a la reunión que habían organizado”.

Si nos fijamos bien, el adjetivo “exhaustos” es el motivo por el que los estudiantes decidieron no asistir al encuentro. Esto es posible gracias al inciso. Por eso, si quitamos la coma todo cambia:

  • “Los estudiantes exhaustos prefirieron quedarse en sus casas y no ir a la reunión que habían organizado”.

En ese segundo caso, “exhaustos” no indica ninguna causa o razón tras la acción de los estudiantes, sino que señala que de todos ellos únicamente los que estaban cansados o exhaustos decidieron no ir.

Con comentarios de precisión o explicación
Los incisos también pueden contener un comentario que precise o explique el mensaje o sentido del texto:
  • “Todos los profesores, hasta los que habían sido siempre muy indiferentes, decidieron sumarse a la protesta de los estudiantes”: en este caso el inciso precisa a un grupo determinado de los docentes para incluirlos en la oración.
  • “El gran problema del país, dijo cierto economista, está en esperar que todo sea gratuito”: aquí el inciso permite explicar o aclarar a quién se debe la afirmación que se hace en el texto.
Con comentarios de accesorio

Algunos incisos pueden ser sencillamente comentarios que no se relacionan con la estructura de la oración que estamos escribiendo, ni tampoco añaden ninguna información importante o fundamental:

  • “El padre de Miguel, ¡qué hombre tan estupendo!, decidió que la fiesta se haría el día martes, para que todos pudiéramos ir”.

Allí el comentario del inciso guarda una cierta relación con el resto del texto. Sin embargo, si lo quitamos no pasa nada, y por eso es un accesorio:

  • “El padre de Miguel decidió que la fiesta se haría el día martes, para que todos pudiéramos ir”: tal como podemos ver, la oración sigue teniendo coherencia y lógica sin el inciso.

Para separar elementos en una oración

La coma puede servir también para separar los elementos dentro de una oración o un enunciado. Esto se hace con el fin de que cada uno tenga su espacio en la estructura, y no haya ningún problema con el sentido.

En este grupo de usos, la coma ya no incluye elementos que están aislados del resto de la oración, sino que forman parte de ella y de su significado:

Con enumeraciones

Ya sabemos que las enumeraciones son un conjunto de elementos ordenados uno tras otro y que guardan una relación entre sí. Pues bien, cada uno de esos elementos debe llevar una coma:

  • “Hubo muchos compañeros que no pudieron venir a la reunión: Gloria, Esteban, Juan José, Luis Miguel”.
Esa es la norma general que debemos seguir. Sin embargo, si antes del último elemento viene “y”, “ni”, “o”, “u” o “e” no le colocamos la coma:
  • “En la feria compré muchas cosas: ropa, zapatos, libros, cuadernos, lápices de varios tamaños y una mochila roja”.
  • “No tengo comida, teléfono, un hogar donde vivir, una familia que me quiera ni una almohada donde recostar mi cabeza”.
  • “Tenemos varias opciones para solucionar el problema: comprar una nueva computadora, pedirle a otro que haga el trabajo o simplemente reportar que no podremos”.
  • “La verdad es que no sé qué decidir: instalar la cama en mi cuarto a pesar de su tamaño u ordenar un modelo más adecuado a la habitación”.
  • “Pedro, Carlos, Antonio, Juana e Irene me han enseñado a valorar las cosas importantes de mi vida”.
Con elementos gramaticalmente iguales

Dentro de una oración pueden aparecer elementos que en el aspecto gramatical son idénticos. Por ejemplo, cuando todos son verbos o sustantivos. Siempre que sea así tenemos que separarlos con la coma:

  • “Comer, dormir, amar son las más grandes emociones que podemos vivir”: en este ejemplo “comer”, “dormir” y “amar” son verbos en infinitivo, por lo que obligatoriamente van separados.
  • “Me preocupo por ti, por tu hermana, por tu madre. Pero ustedes no lo notan”: aquí “por ti”, “por tu hermana” y “por tu madre” son elementos introducidos por la misma preposición (“por”), así que los separamos.
En los ejemplos anteriores no usamos “y”, “ni”, “o”, “u” ni “e”. Sin embargo, pueden aparecer en ciertos casos. Cuando esto ocurra volvemos a omitir la última coma:
  • “Cocinar la comida, traértela y esperar a que salieras me tomó mucho tiempo”: aquí los elementos iguales son “cocinar la comida”, “traértela” y “esperar”, que son o empiezan con verbos en infinitivo.
Con vocativos
Un vocativo es una palabra que utilizamos dentro de una oración para llamar o nombrar a la persona con la que hablamos:
  • “Esteban, quisiera que vinieras más a mi casa para que podamos compartir nuestras historias”: en este ejemplo el vocativo es “Esteban”.
  • “A pesar de que hice todo lo que estuvo en mis manos, no pude lograr salvar a tu mascota, papá”: aquí el vocativo es “papá”.

De esos dos ejemplos podemos deducir dos cosas muy fundamentales en este uso de la coma:

  • El vocativo puede ser un sustantivo propio (ejemplo uno) o uno común (ejemplo dos), según sea el caso.
  • El vocativo puede aparecer tanto al principio de la oración (ejemplo uno) como también al final (ejemplo dos). También puede aparecer en mitad de la oración.

Sumado a eso tenemos que resaltar igualmente que el vocativo siempre lleva su coma, sin importar en qué parte de la oración aparezca ni qué tan corto o extenso sea el enunciado:

  • “Sí, señor”: este enunciado es breve, y muchos pensarían que se omite la coma. Pero no debemos hacerlo, ya que por norma debe ir siempre.
Con interjecciones o locuciones interjectivas
Las interjecciones son palabras que pueden denotar una emoción, que puede ser dolor, asco, desinterés, sorpresa, etc. Veamos algunas:

  • “Ay”: expresa dolor o lamento.
  • “Guao”: expresa sorpresa.
  • “Bah”: expresa desinterés o indiferencia.
  • “Oh”: expresa admiración o sorpresa.
  • “Puaj”: expresa asco.
  • “Ah”: expresa pena, admiración o sorpresa.
  • “Eh”: expresa sorpresa (aunque se usa también para hacer un llamamiento).

Asimismo existen las locuciones interjectivas. Estas son interjecciones compuestas por más de una palabra:

  • “Dios mío”: expresa sorpresa.
  • “Ay de mí”: expresa dolor.
  • “Cielo santo”: expresa sorpresa.
Ambos listados son reducidos, aunque dan una idea de lo que son estas palabras. Ahora bien, su relación con la coma es que siempre deben ir separados por ella del resto del enunciado:
  • “Bah, tus amenazas no me asustan”.
  • “¡Cielo santo!, ¿cómo pudiste permitir algo así?”.

En esos ejemplos colocamos las interjecciones al principio, pero pueden aparecer en cualquier lugar de la oración. Y en todo caso conservarán su coma:

  • “Dejarla ir así como así, ¡Dios mío!, fue la peor decisión que he tomado”.

Debemos señalar que la presencia de la coma es una norma absoluta. No obstante, en algunos libros de ciertos autores podríamos encontrarnos una excepción:

“Ah déjame recordarte cómo eras entonces, cuando aún no existías” (“Juegas todos los días con la luz del universo”), Pablo Neruda.

Pero esas excepciones no son más que una libertad de estilo propia de los textos poéticos y literarios. En la escritura académica y formal debemos conservar la coma.

Por otro lado, en ciertos casos encontraremos las interjecciones y las locuciones interjectivas entre signos de exclamación. Hacer esto no es obligatorio, así que podemos decidir si colocarlos o no.

Con elipsis o elisiones
Una elipsis o elisión es un recurso de nuestro idioma que nos permite suprimir un verbo para evitar repetirlo. Esto se hace cuando ya se ha expuesto el verbo con anterioridad o cuando se sobreentiende cuál es:

  • “Mi mamá quiere una camioneta; mi papá, un coche”: aquí el verbo suprimido es “quiere”, que ya aparece en la oración antes del punto y coma.
  • “Los que tienen entrada VIP, en estos asientos”: en este caso el verbo sobreentendido es “siéntense”, tal como lo indica el contexto de la oración.

La función que cumple la coma es sustituir al verbo. Su presencia evita tener que repetirlo o colocarlo, sin que se malinterprete el sentido del enunciado o párrafo.

Dependiendo del caso podemos hacer varias sustituciones, para lo cual casi siempre necesitaremos también el punto y coma:

  • “En esta casa todos quieren una mascota distinta: Pedro, un perro; Sofía, un loro; Eugenio, un gato; y Marianela, una tortuga”.

Existe la posibilidad de que en algunos textos podamos usar un punto en lugar de un punto y coma:

  • “Cantar es muy agotador. Bailar, muy exigente con el cuerpo. Dibujar, muy complicado para las personas con poca creatividad”.
No obstante, casi siempre el punto y coma será más recomendable, puesto que establece una mejor cercanía entre los elementos que acompañan al verbo:
  • “Cantar es muy agotador; bailar, muy exigente con el cuerpo; dibujar, muy complicado para las personas con poca creatividad”.
Con “excepto”, “salvo” y “menos”
Las palabras “salvo”, “menos” y “excepto” nos sirven para excluir un elemento o un fragmento dentro de una oración. La norma indica que siempre coloquemos una coma delante de ellas:

  • “Cada una de las cosas que me dijo tu madre antes de irme me parecieron tontas, excepto cuando mencionó el asunto del robo”.
  • “En todo momento me he sentido muy solitario, salvo durante la época en la que pude disfrutar de la compañía de mi madre”.
  • “Quisiera que la familia completa viniera a mi fiesta de cumpleaños, menos Arturo: él es demasiado conflictivo, y no duda en estropear la diversión”.

Claro está, podríamos colocar cualquiera de esas tres palabras sin la coma. Pero en muchos casos acabaríamos creando un problema de interpretación.

Delante de oraciones con conjunciones distributivas
Las conjunciones distributivas son aquellas que permiten introducir varias opciones dentro de un párrafo. Su nombre viene de que distribuyen los elementos en el texto. Entre las más usadas hay cuatro:

  • “Bien…, bien”.
  • “Ora…, ora”.
  • “Ya…, ya”.
  • “O bien…, o bien”.

Cada una de ellas debe encabezar el elemento que actúe como opción dentro del enunciado, como en estos ejemplos:

  • “Celebraremos nuestra graduación, bien en la universidad, bien en algún club privado”: aquí las dos opciones se relacionan porque son un posible lugar de celebración.
  • “Cualquiera de los docentes puede ayudarte, ora la profesora Marina, ora el profesor Juan Carlos”: en este caso los dos elementos se refieren a un docente con posibilidad de brindar ayuda.

Vemos que la distribución ocurre porque los elementos no aparecen en una misma sección, sino que la coma permite distinguirlos, con lo cual se presentan como dos opciones o alternativas.

Con dichos o expresiones populares que comparten una misma fórmula

Existen en el habla y en la escritura muchos dichos que comparten una misma fórmula en su estructura gramatical. Tomemos uno muy conocido:

  • “Ojo por ojo, diente por diente”: este dicho tiene la estructura de sustantivo + preposición + sustantivo.

Desde luego, el sustantivo cambia en cada segmento, aunque eso no afecta nada. Mientras la estructura sea la misma, debemos separar ambas partes de la expresión con una coma.

Pero es posible que algunos refranes jueguen un poco con la estructura, sin llegar a representar una diferencia real. La coma tampoco faltará en esos casos:

  • “A rey muerto, rey puesto”: en este dicho la fórmula contiene un sustantivo más un adjetivo, con la diferencia de que el primer segmento abre con una preposición.
Delante de conjunciones o locuciones conjuntivas en oraciones compuestas
Recordemos que las conjunciones son las que permiten enlazar dos enunciados y que las locuciones conjuntivas son una conjunción compuesta por más de una palabra.

Ahora bien, una oración compuesta es aquella que se compone de varias oraciones al mismo tiempo. Y para unirlas nos valemos de las conjunciones, que deben ir precedidas por una coma.

Esa norma aplica para varios tipos de conjunciones. Primeramente, las adversativas (que ofrecen contraste):

  • “Estaba pensando en asistir a la fiesta, pero la verdad es que me siento muy enfermo como para poder disfrutar”.
  • “Algunas personas aseguran haber visto al alienígena sobre la torre, aunque hasta el momento no ha sido presentada ninguna prueba.
  • “No es que no quiera ayudarte con tus tareas, sino que no tengo tiempo suficiente como para dedicarme a eso”.
  • “No eres ni por asomo una estrella de la música, sino un tonto con muchísima suerte y buenos contactos en disqueras”.

Las conjunciones de consecuencia o consecutivas también van incluidas en esta norma:

  • “Me dijiste que estaríamos juntos hasta el final pasara lo que pasara, así que te quedas aquí y me apoyas con esto”.
  • “Encontramos a una chica encerrada en el armario, de modo que dimos anuncio de inmediato a las autoridades policiales”.
Con oraciones de causa o explicación
Las oraciones de causa o explicación son las que intentan justificar un hecho. Suelen causar mucha confusión, puesto que algunas llevan coma, mientras que otras van sin ella. Las hay de dos tipos:

  • Oraciones de la enunciación: son las que explican por qué el sujeto de la oración expresa lo que dice. Siempre llevan coma.
  • Oraciones del enunciado: son las que explican el suceso dentro de la oración, y no el motivo por el cual el sujeto la dice o la pronuncia. Nunca van con coma.

Desde luego, resumidas así no podemos entenderlas bien. Por ende, veámoslas en acción:

  • “Hoy Juana no cantó, porque nadie ha dicho nada”: esta es una oración de la enunciación, dado que el “porque nadie ha dicho nada” indica por qué el sujeto de la oración deduce que hoy no cantó la mujer.
  • “Hoy Juana no cantó porque nadie ha dicho nada”: aquí tenemos una oración del enunciado, pues “porque nadie ha dicho nada” aparece como el motivo por el que Juana no cantó hoy.

Podemos notar que la simple presencia o ausencia de la coma puede acabar cambiando por completo el significado. De esa manera, no olvides colocarla siempre que hagas una oración de la enunciación en tus textos.

Con “no solo…, sino”

La expresión “no solo…, sino” la usamos para potenciar o intensificar las cualidades de un elemento en la oración, o para ampliar su efecto. Siempre debe ir la coma antes del “sino” cuando la utilicemos:

  • “Tu tío no solo es un genio de las finanzas, sino un experto en todo lo relacionado con el marketing”.
  • “No solo me alegré yo con la noticia de su regreso, sino toda la familia que estaba reunida en la sala en ese momento”.

Si queremos podemos añadir “también” o “además” para acompañar al “sino”:

  • “En ese entonces no solo tenía que trabajar por mi cuenta, sino también lidiar con mis estudios universitarios”.
  • “En ese entonces no solo tenía que trabajar por mi cuenta, sino además lidiar con mis estudios universitarios”.
Con expresiones de enlace o conectores

Existen muchas palabras o expresiones que enlazan elementos entre los cuales hay una relación. Aunque podríamos mencionar muchas, vamos a limitarnos a las más utilizadas:

  • “Es decir”.
  • “Pues bien”.
  • “A saber”.
  • “En primer lugar”.
  • “Ahora bien”.
  • “Por una parte”.
  • “Por otra parte”.
  • “En fin”.
  • “En cambio”.
  • “Por el contrario”.
  • “Por último”.
  • “Con todo”.

Esos ejemplos sirven para que tengas una idea, pero la verdad es que hay muchísimos más en nuestro idioma.

Cada uno de ellos tiene que ir seguido de una coma. Si aparecen al final, entonces van precedidos por ella. Y si están en el medio, deben ir precedidos y seguidos, tal como ocurre con  los incisos:
  • “Ella no tiene posibilidad de graduarse a menos que cumpla los requisitos, es decir, no podrá concluir sus estudios universitarios si no consigue todos los recaudos solicitados”.
  • “Mi madre me comentó el fin de semana que traería a mi prima favorita. Pues bien, tuve que ordenar muchas cosas en la casa para que hubiera espacio para ella”.
  • “Cristina tiene muchísimas mascotas en su casa. A saber, un loro, una rana, un perro pequeño y una gata”.
  • “En primer lugar, no podemos asegurar que ella haya sido la culpable del asesinato. No hay pruebas suficientes como para eso. En segundo…”.
  • “Si consideramos todos los factores, es evidente que hubo corrupción en las elecciones. Ahora bien, no podemos decir que sea algo nuevo en este país”.
  • “Por una parte, entiendo tu molestia. Nadie quisiera que lo dejaran plantado en plena fiesta de cumpleaños. Pero quizás ella tuvo una razón para hacerlo”.
  • “Es muy cierto que el juez estuvo muy inclinado hacia los argumentos de la defensa. Por otra parte, el jurado estaba totalmente incrédulo ante ellos”.
  • “Hace poco me informaron que hay muchas asignaciones de las que no me enteré y que se me han acumulado. En fin, tendré que ver cómo las hago antes del lunes”.
  • “La compañía de seguros de María ofrece muy pocos beneficios. En cambio, la mía no solo te asegura a ti, sino además a ocho de tus parientes”.
  • “Lo que dijimos en la junta no es para afectar a la población. Por el contrario, es una manera de prevenirlos”.
  • “Por último, me gustaría añadir que la reunión que hemos hecho hoy ha sido de mi total agrado. Espero que pueda repetirse muy pronto”.
  • “El padre de Antonio engaña constantemente a su esposa. Con todo, ella sigue a su lado, razón por la cual todos la menosprecian”.

En este uso podemos añadir también dos conjunciones adversativas: “sin embargo” y “no obstante”. Ya más arriba hablamos de algunas, aunque eran las que iban precedidas por la coma. Estas, en cambio, van seguidas por ella:

  • “Estudiar y trabajar al mismo tiempo puede suponer una gran dificultad para cualquier persona. Sin embargo, muchas personas han demostrado que es posible hacerlo”.
  • “Sé que quieres que esté ese día contigo. No obstante, tengo muchos deberes laborales, y no puedo darme el lujo de fallar”.
Con adverbios o locuciones adverbiales que afectan a toda la oración

Los adverbios y las locuciones adverbiales tienen varios usos en nuestro idioma. Casi siempre los usamos para modificar una sola palabra:

  • “Ella cantó naturalmente”: aquí el “naturalmente” afecta solo a “cantó”, y significa que la mujer en cuestión cantó de modo natural, sin herramientas artificiales.
Cuando optemos por ese uso no hará falta ninguna coma. Pero si el adverbio o la locución afectan al enunciado completo, sí debemos colocarla:
  • “Naturalmente, espero que no salgas con alguna sorpresita”: en este caso el adverbio tiene efecto sobre toda la oración, y es el equivalente de “como es lógico”, “como puedes imaginar”, entre otras frases con igual sentido.
  • “Por regla general, las personas prefieren tomar el metro”: en este ejemplo la locución “por regla general” no indica que sea una norma, sino que lo más común es que tomen el metro.
Con oraciones que tienen los complementos al principio

Este uso puede parecer complicado, pero ya vamos a ver que no. Primero que nada, debemos tener bien en claro que dentro de una oración suele haber un orden regular o estricto:

  • “Pedro cantaba sus canciones en la escuela que quedaba cerca de su casa”: la estructura es sujeto + verbo + complemento circunstancial de lugar.

Sin embargo, esa estructura no es rígida: nuestro idioma nos da la libertad de jugar con el orden de los elementos. Pues bien, cuando decidimos colocar un complemento al principio debemos añadirle la coma:

  • “En la escuela que quedaba cerca de su casa, Pedro cantaba sus canciones”.

Esa norma aplica con todos los complementos parecidos, aunque si es muy breve no debemos colocar el signo:

  • “En casa me siento mejor”.
  • “Durante el verano no salgo”.
Con las oraciones compuestas que empiezan con una subordinada
Una oración subordinada es una que está sujeta y depende de otra oración. Entre las dos forman uno de los tipos de oraciones compuestas. Y cuando la subordinada va primero, debe ir seguida de coma:

  • “Si no vas a venir con mi regalo de cumpleaños, preferiría que no te presentaras a la fiesta”.
  • “Aunque le expliqué que no fue mi culpa el error del cálculo, la directora decidió que ya no podía seguir en su equipo”.

Tal como en el uso anterior, si la subordinada es muy corta no colocamos la coma:

  • “Si quieres puedes venir”.
Con expresiones como “con referencia a”, “en relación con” y parecidas
Las expresiones “con referencia a”, “respecto a”, etc., son locuciones que sirven para introducir un elemento en la oración del cual se hablará luego. Tras él irá siempre una coma:
  • “Respecto a tu problema con mi madre, no creo que pueda ayudarte, pues ella suele ser muy terca”.
  • “Con referencia a lo sucedido ayer, el presidente decidió no amonestar a nadie. Sin embargo, pidió que no se repitiera”.
Con locuciones de causa, consecuencia, condición y otras

En el idioma español existen muchísimos tipos de locuciones. Las hay de causa, de consecuencia, de condición, de concesión, entre muchas más. Cuando las usemos tenemos que poner una coma después:

  • “En ese caso, lo mejor es que no asistamos a la fiesta de tu hermana” (locución de condición).
  • “Aun así, Gabriela prefirió dejar ir al hombre que la amaba para encerrarse en un convento (locución de concesión).
  • “Por ende, ninguno de los presentes pudo apreciar el momento importante” (locución de consecuencia).
Con el etcétera

En todas las oraciones la palabra “etcétera” debe ir separada del resto de los elementos por una coma. Esto aplica asimismo si utilizamos la abreviatura, “etc.”:

  • “Levantarse temprano, hacer ejercicio, comer saludablemente, etcétera, son actividades que no van conmigo”.
  • “La religión cristiana, la musulmana, la budista, etc., nunca han dejado de tener un gran número de fieles a nivel mundial”.
Con comentarios inmediatos a una palabra

Algunas veces puede que queramos introducir un comentario sobre una palabra que ya expusimos en la oración. Tomemos el ejemplo siguiente:

  • “Julián luchó mucho para comprarse un coche nuevo, coche que más adelante acabó causándole una desgracia”.

Tal como podemos apreciar, la coma va antes de la repetición de la palabra. Esto nos permite separar la frase que representa el comentario del enunciado principal.

Con seudónimos o sobrenombres que acompañan al nombre real
Si en un texto mencionamos el nombre de alguien y queremos señalar su seudónimo o sobrenombre, debemos encerrarlo entre comas:
  • “Simón Bolívar, el Libertador, es una figura histórica que siempre ha sufrido una tergiversación a la hora de hablar sobre su vida”.
  • “Alberto Aguilera Valadez, Juan Gabriel, fue posiblemente el compositor mexicano más prolífico de todos los tiempos”.

No obstante, existen ciertos casos de figuras que tienen un sobrenombre que no puede ir separado del nombre auténtico. Esto pasa con los linajes reales:

  • “Carlos II el Hechizado”.
  • “Alfonso X el Sabio”.

Hay otros ejemplos parecidos a esos. Sea como sea, representan la excepción a esta norma, por lo que no deben ir separados por ninguna coma.

Con el autor de una obra

Si al escribir hablamos de una obra y queremos mencionar a su autor, lo más recomendable es que coloquemos el nombre entre dos comas:

  • “La novela Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, es quizá la más relevante en la literatura colombiana del último siglo”.
  • “La pintura El grito, de Edvard Munch, ha generado muchas posibles interpretaciones, cada una muy diferente de la otra”.
Con fechas en las cartas y documentos
A la hora de escribir un documento o una carta, es reglamentario que se añada la fecha y el lugar en los cuales son escritos. Ambos tienen que estar separados por una coma:
  • “Medellín, 9 de diciembre de 2020”.
  • “En Río de Janeiro, a 14 de febrero de 1990”.

Otra posibilidad, en caso de que omitamos el lugar, es separar el día de la semana del día del mes:

  • “Martes, 4 de abril de 1985”.
Con las direcciones

Este uso depende mucho del país. Algunos países, como España, lo aplican en todo momento. Consiste en separar el nombre de una calle respecto al número de la vivienda, departamento, casa, etcétera, mediante una coma:

  • “Avenida de la Libertad, número 25”.
  • “Calle de los Próceres, 46”.
Con las colecciones de libros
Cuando vamos a mencionar el volumen de una colección bibliográfica o de libros, tenemos que separarlo del nombre de la colección:
  • “Grandes Escritores Rusos, 6”.
  • “Biblioteca de Autores Mexicanos, 20”.
Con listas alfabéticas que tienen un orden invertido

Este último uso es poco frecuente, y tal vez ni siquiera lo utilicemos en nuestros textos. Con todo, es de gran utilidad para reconocerlo si lo llegamos a encontrar.

Ocurre que muchas listas alfabéticas, bibliográficas o parecidas manejan un orden invertido. Por ejemplo, colocan el apellido antes que el nombre, como es usual. Eso nos obliga a colocar una coma entre los dos:

  • “Rulfo, Juan: El llano en llamas”.
  • “Borges, Jorge Luis: Ficciones”.

Para distinguir los significados posibles de una misma oración

A diferencia de los grupos anteriores, en este no contamos con una serie de normas fijas, sino que debemos utilizar nuestra comprensión lectora.
Existen enunciados y oraciones que pueden tener un significado diferente de acuerdo con la manera en la que se use la coma. Tomemos estos ejemplos:

  • “Canté como me pidieron”.
  • “Canté, como me pidieron”.

En el primer ejemplo, el sentido de la oración indica que la persona cantó en la forma como se lo pidieron. En cambio, en el segundo lo que se dice es que cantó porque le solicitaron que lo hiciera.

Son dos significados muy distintos, a pesar de que la estructura sea casi idéntica.

La única diferencia es que el segundo ejemplo contiene una coma, la cual permite diferenciar el sentido para evitar una mala interpretación.

Este fenómeno tan curioso lo podemos encontrar con ciertas palabras o locuciones. A continuación mencionaremos algunas, con su respectivo significado:

  • “Así todos aprobaron las asignaturas pendientes del semestre”: “Todos aprobaron de esa manera las asignaturas pendientes del semestre”.
  • “Así, todos aprobaron las asignaturas pendientes del semestre”: “En consecuencia, todos aprobaron las asignaturas pendientes del semestre”.
  • “Luego no pude llegar a la fiesta con la que tanto había soñado”: “No pude llegar después a la fiesta con la que tanto había soñado”.
  • “Luego, no pude llegar a la fiesta con la que tanto había soñado”: “Por lo tanto, no pude llegar a la fiesta con la que tanto había soñado”.
Siempre fíjate en si la coma es necesaria para dar el sentido que esperas. Si no es así, no la coloques.

Uso de la coma con conjunciones copulativas y disyuntivas

La coma puede ser usada o no con conjunciones copulativas y disyuntivas según la función que estas cumplan.

Por si hemos olvidado cuáles son esas conjunciones, debemos detenernos un momento a recordarlas:

  • Las conjunciones copulativas son «y», «e» y «ni». Sirven para añadir o sumar un elemento con otro.
  • Las disyuntivas son «o» y «u». Se las utiliza para ofrecer opciones o alternativas entre elementos.
De cualquier modo, ambas implican un enlace entre las partes de un enunciado. Esa es su función principal: establecer un vínculo entre dos elementos que forman parte de una enumeración o serie.

Esa función tan importante puede apreciarse a la perfección en estos tres ejemplos:

  • “María Antonia decidió comprar varios productos: unos articulares, un dispositivo móvil, un teclado y una pantalla táctil”.
  • “La verdad es que no tengo comida ni agua, así que dudo mucho que pueda seguir soportando este desafío”.
  • “La junta de la escuela me dio la opción de ir con mi mamá o mi papá, aunque ninguno de los dos podrá”.

Siempre que las utilicemos de esa forma debemos evitar la coma entre la conjunción y lo que está antes de ella. Sin embargo, eso cambia cuando hacemos un uso distinto de estas conjunciones.

Con enumeraciones complejas
Las enumeraciones complejas son aquellas en las que cada elemento va acompañado por una información extra, la cual se separa de él por una coma. El último de ellos puede ser precedido por una coma si utilizamos una conjunción copulativa:

  • “Desde niño he querido varios ordenadores: uno potente, que usaré para los videojuegos; uno más sencillo, en el cual pueda guardar mis cosas, y uno regular, con el que haré mi trabajo”.

Vale mencionar que podríamos reemplazar esa coma por un punto y coma, sin que hubiera ningún error:

  • “Desde niño he querido varios ordenadores: uno potente, que usaré para los videojuegos; uno más sencillo, en el cual pueda guardar mis cosas; y uno regular, con el que haré mi trabajo”.
Con conjunciones que afectan a todo el predicado anterior

Existen oraciones en las que al final colocamos una conjunción copulativa o disyuntiva que tiene un efecto sobre todo el enunciado o predicado anterior:

  • “Consiguió una suscripción, un televisor y un equipo de estéreo, y se dedicó a ver películas toda la semana”.
La oración “y se dedicó…” tiene un impacto en todo el enunciado, por lo que debe ir precedida por una coma. Si no la colocáramos, quedaría como si fuese parte de la enumeración previa:
  • “Consiguió una suscripción, un televisor y un equipo de estéreo y se dedicó a ver películas toda la semana”.

Esta norma aplica con cualquiera de las conjunciones que recordamos al principio del apartado. Veamos un ejemplo con “o”:

  • “No sé si debería ir a donde mi abuela o a donde mi novia, o seguir durmiendo para recuperar mis energías”.

En ese otro ejemplo “o seguir…” es otra opción que puede tomar el sujeto de la oración. Pero no es una opción de lugar, como “a donde mi abuela” y “a donde mi novia”, así que debe llevar una coma.

Con oraciones coordinadas extensas

Este es un uso más recomendable que obligatorio. Cuando conectamos dos oraciones coordinadas y la primera de ellas es muy larga, podemos separarlas con una coma. Y es aún más ideal si cada una tiene un sujeto diferente:

  • “Julián se dedicaba a sembrar plantas muy lindas cada mañana en el jardín de su abuela, y Pedro se aseguraba de no pisarlas por error”.
Con la “y” cuando funciona como “pero”

La conjunción “y” puede ser utilizada como un sinónimo de “pero”, “aunque”, etc. Para estos casos es necesario que añadamos una coma antes de ella:

  • “Le expliqué a tu hermano Juan por qué era tan peligroso ir a la fiesta, y se fue con total tranquilidad”: “Le expliqué a tu hermano Juan por qué era tan peligroso ir a la fiesta, pero se fue con total tranquilidad”.
Con incisos que estén antes o después de la conjunción
Los incisos, ya lo dijimos, tienen que estar encerrados entre dos comas. Esta regla sigue vigente si antes o después está alguna conjunción:
  • “Compré un teléfono inteligente, lo cual había sido mi sueño desde hace años, y una lámpara de lava”.
  • “Tienes la opción de hacerlo tú mismo o, si prefieres, de darnos la oportunidad de encargarnos de esto por ti”.

Uso de la coma fuera del idioma

Fuera de los textos y del idioma la coma también tiene un uso. Específicamente, en el campo de las matemáticas.
Por norma internacional en el español y otros idiomas, la coma se utiliza en una cifra para separar la parte completa de los decimales:
  • “3, 15”.
  • “40, 27”.
  • “62, 5”.

Sin embargo, es posible optar por el punto en lugar de la coma, tal como se hace en ciertos países:

  • “3. 15”.
  • “40. 27”.
  • “62. 5”.

Uso incorrecto de la coma

Cuando utilizamos la coma también podemos acabar haciendo un uso incorrecto de ella. Por ese motivo, es fundamental que sepamos cuáles son, para que podamos evitarlos cuando necesitemos aplicarla en algún párrafo o texto.

Con el sujeto y el verbo
Entre el sujeto y el verbo no debe haber ninguna coma. Esto aplica sin importar que el sujeto sea muy largo:
  • “El señor que nos consiguió una computadora para trabajar falleció en la noche de ayer” (correcto).
  • “El señor que nos consiguió una computadora para trabajar, falleció en la noche de ayer” (incorrecto).

Si el sujeto está compuesto de elementos sucesivos, cada uno separado del otro, tampoco añadimos la coma:

  • “Comer mucho, estudiar frecuentemente, descansar bastante son las claves de todo estudiante universitario exitoso” (correcto).
  • “Comer mucho, estudiar frecuentemente, descansar bastante, son las claves de todo estudiante universitario exitoso” (incorrecto).

No obstante, existen dos excepciones. La primera es cuando en el sujeto hay un etcétera, ya sea que aparezca completo o abreviado:

  • “Los profesores, los estudiantes, los directivos, etcétera, no podían creer el desastre en el que se encontraba el teatro elegido para la graduación”.
  • “Los profesores, los estudiantes, los directivos, etc., no podían creer el desastre en el que se encontraba el teatro elegido para la graduación”.

La segunda excepción es cuando dentro del sujeto hay algún inciso o aposición:

  • “El salón número 70, que lleva como ocho años abandonado, ha sido protagonista de numerosas historias de terror ficticias” (inciso).
  • “La hermana de Fabiola, la encargada de la comida en el colegio, se ganó un sorteo recientemente en su ciudad” (aposición).
Con “tan”, “tanto” o “tal” antes de “que”
Cuando usamos la combinación “tan… que”, “tal… que” o “tanto… que”, el “que” no debe ir precedido por ninguna coma:
  • “Era tan bella y hermosa que nadie podía evitar enamorarse de ella al primer instante” (correcto).
  • “Era tan bella y hermosa, que nadie podía evitar enamorarse de ella al primer instante” (incorrecto).
Con “pero” antes de oraciones interrogativas o exclamativas
Si luego de “pero” introducimos una oración interrogativa o exclamativa, no podemos colocar coma alguna entre ambos:
  • “Pero ¿qué podía hacer para ayudarlo?” (correcto).
  • “Pero, ¿qué podía hacer para ayudarlo?” (incorrecto).
  • “Pero ¡qué iglesia tan bonita es la tuya!” (correcto).
  • “Pero, ¡qué iglesia tan bonita es la tuya!” (incorrecto).
Con fórmulas de saludo en cartas y documentos
En las cartas y documentos, al momento de escribir el saludo no debemos colocar ninguna coma, ya que esa es una regla propia del inglés. Lo correcto es poner dos puntos:

  • “Querida madre: Mi situación sigue empeorando…” (correcto).
  • “Querida madre, Mi situación sigue empeorando…” (incorrecto).

Ejemplos de coma

En este apartado hemos juntado una lista de ejemplos con diferentes usos de la coma. Procuramos abarcar la mayoría de casos posibles.

Oraciones
La luna, el sol, el espacio y las estrellas son mi gran pasión.
Siento que eres un idiota, pero no es el momento de juzgarte.
Manuel Fernández, un autor sin comparación en su país, ha sacado un nuevo libro.
Sería estupendo tener a toda mi familia en casa, aunque eso me causaría muchos gastos.
Los estudiantes, fatigados, prefirieron no repetir la evaluación.
La primera comunión, los nueve rezos, etcétera, son algunos de los pilares del catolicismo.
Le dije que no gastase su dinero de esa forma, y lo dejó todo en la apuesta.
En el patio de la abuela de mi compañera Esmeralda, hay un sinfín de árboles.
Nunca llegó, porque los platos siguen llenos.
No solo es un idiota, sino también una persona en la que no hay que confiar.
Dijiste que podías hacerlo sin ayuda, así que no vengas a buscarme ahora.
Su padre es músico; su mamá, profesora, y su hermana, futbolista.
La lluvia estuvo cayendo hasta tarde, de modo que no logré llegar al evento a tiempo.
Josefa, la cuñada de Alberta, puso a la venta su casa.
El origen de los problemas del país, según diversos historiadores, es la cultura en la que nos hemos formado.

Ejemplos de uso de la coma en conectores

Aquí también te ofrecemos una lista de ejemplos, pero en este caso nos hemos enfocado en el uso de la coma con los conectores. Para ayudarte, en cada uno señalaremos cuál es conector en la oración.

OraciónConector
Ella es una experta en lo que hace. Ahora bien, si la sacas de su área se nota que no conoce nada más allá de su profesión.Ahora bien.
Por otra parte, la idea de que todos paguemos por un error que cometió él resulta muy injusta.Por otra parte.
Generalmente, se piensa que la lectura puede afectar la vista.Generalmente.
En primer lugar, nunca dije que estuviese casado.En primer lugar.
La ministra se expresó ayer acerca del estado actual de la pandemia. De igual modo, habló sobre la posibilidad de volver a las clases presenciales.De igual modo.
Déjame ver a mi hija. De lo contrario, tendré que demandarte.De lo contrario.
Para empezar, tenemos que conseguir un permiso del director en el que se autorice nuestra fiesta.Para empezar.
En otras palabras, lo que el jefe espera es que todos lleguemos antes del mediodía.En otras palabras.
Básicamente, la operación consiste en extraer un riñón sin la necesidad de usar anestesia.Básicamente.
Sobre la base de lo sucedido, hemos tomado la decisión de prohibir las fiestas nocturnas.Sobre la base de.
En resumidas cuentas, las sesiones laborales serán ahora mucho más breves.En resumidas cuentas.
Por supuesto, esta noticia no es la confirmación de que José haya sido el asesino.Por supuesto.
Tu madre es muy antipática. En cambio, tus hermanos se muestran mucho más amigables.En cambio.
Patricia no culminó su carrera. En vista de eso, su padre la sacó de su testamento.En vista de.
Marina dijo que no quería gente molesta en su fiesta. Pues bien, eso nos implica a nosotros.Pues bien.

Ejercicios resueltos

Para finalizar con esta clase, tenemos para ti unos cuantos ejercicios muy sencillos. Tu deber es identificar qué usos de la coma son correctos y cuáles no, considerando las normas que te hemos enseñado.

Eso incluye fijarte también en cualquier oración a la que le haga falta este signo. Presta mucha atención para que no las pases por alto.

OraciónUso
Según los investigadores, el crimen se cometió cerca de la medianoche.a)Correcto.
b)Incorrecto.
Quisiera ser una escritora profesional pero, la ortografía se me hace muy complicada.a)Correcto.
b)Incorrecto.
El amuleto, la comida y el bolso, son todo lo que necesitamos para irnos a la montaña.a)Correcto.
b)Incorrecto.
Mi próximo libro hablará sobre Simón Bolívar, el Libertador.a)Correcto.
b)Incorrecto.
Cuestionarse, reflexionar, aceptar los errores son parte del proceso de madurez.a)Correcto.
b)Incorrecto.
La niñera tomó a la niña y al muñeco y salió de allí sin mirar atrás.a)Correcto.
b)Incorrecto.
José Esteban, el repartidor de periódicos de la comunidad, sufrió un accidente automovilístico.a)Correcto.
b)Incorrecto.
Antonia no vuelvas a hacer eso nunca más.a)Correcto.
b)Incorrecto.
Oh, es una gran sorpresa encontrarte aquí hoy.a)Correcto.
b)Incorrecto.
Yo compré una motocicleta, y mi prima, un libro de su saga favorita.a)Correcto.
b)Incorrecto.
Bien de noche bien de día tenemos que hacer nuestra celebración.a)Correcto.
b)Incorrecto.
Todos pensaron en salir corriendo salvo el policía.a)Correcto.
b)Incorrecto.
El procedimiento para la operación es tan complejo, que solo diez médicos en el mundo pueden llevarlo a cabo.a)Correcto.
b)Incorrecto.
Si algún día llegas a aburrirte de trabajar en esta granja, recuerda contármelo.a)Correcto.
b)Incorrecto.
No busco provocar tu fracaso. Por el contrario, todo lo que he intentado hacer es ayudarte.a)Correcto.
b)Incorrecto.
RESPUESTAS
OraciónUso
Según los investigadores, el crimen se cometió cerca de la medianoche.a)Correcto.
Quisiera ser una escritora profesional pero, la ortografía se me hace muy complicada.b)Incorrecto.
El amuleto, la comida y el bolso, son todo lo que necesitamos para irnos a la montaña.b)Incorrecto.
Mi próximo libro hablará sobre Simón Bolívar, el Libertador.a)Correcto.
Cuestionarse, reflexionar, aceptar los errores son parte del proceso de madurez.a)Correcto.
La niñera tomó a la niña y al muñeco y salió de allí sin mirar atrás.b)Incorrecto.
José Esteban, el repartidor de periódicos de la comunidad, sufrió un accidente automovilístico.a)Correcto.
Antonia no vuelvas a hacer eso nunca más.b)Incorrecto.
Oh, es una gran sorpresa encontrarte aquí hoy.a)Correcto.
Yo compré una motocicleta, y mi prima, un libro de su saga favorita.a)Correcto.
Bien de noche bien de día tenemos que hacer nuestra celebración.b)Incorrecto.
Todos pensaron en salir corriendo salvo el policía.b)Incorrecto.
El procedimiento para la operación es tan complejo, que solo diez médicos en el mundo pueden llevarlo a cabo.b)Incorrecto.
Si algún día llegas a aburrirte de trabajar en esta granja, recuerda contármelo.a)Correcto.
No busco provocar tu fracaso. Por el contrario, todo lo que he intentado hacer es ayudarte.a)Correcto.

Y de ese modo concluimos por hoy. Sabemos que fue un post extenso, pero ahora ya no te quedarán dudas sobre cómo usar la coma. ¡Y recuerda no dejar de practicar!