Ejemplos de antónimos más usados en el español

En el español podemos encontrar una gran variedad de antónimos. Esto se debe a que nuestra lengua es una de las más ricas que hay. Sin embargo, existen algunos que reciben un mayor uso dentro de la escritura.

Ejemplos de antónimos

De ellos te hablaremos en este post. Haremos un recorrido por los antónimos más utilizados, a fin de que sepas bien a qué se refieren. Presta mucha atención para que comprendas el significado de cada uno.

10 Ejemplos de antónimos

En este apartado hemos juntado un total de diez pares de antónimos. En cada caso te iremos señalando el sentido de ambos términos y por qué se oponen. Asimismo incluimos oraciones para que los veas en acción.

Apagar – encender

Este primer par de antónimos tiene lugar en el área de los equipos o electrodomésticos. Las dos palabras se refieren a un estado de conectividad.

“Apagar” nos habla de desconectar o desenchufar el aparato. O sea, de hacerlo entrar en un estado de reposo:
  • “Mi madre me ordenó apagar el ordenador cerca de la medianoche. Sin embargo, no hice caso, así que acabó quitándomelo”.
  • “Los ingenieros tardaron bastante en descubrir cómo apagar el reactor. Fue una fortuna que lo hicieran, ya que en cualquier momento podría explotar”.

En cambio, “encender” nos indica la acción de sacar un equipo del descanso para ponerlo en marcha. En otras palabras, para poder hacer uso de él:

  • “Hace poco mi tío Julián me regaló una lámpara de noche. Es bastante moderna, ya que se puede encender a distancia con una palmada”.
  • “Uno de los deberes del director del ayuntamiento es encargarse de encender todos los faros de la comunidad”.

Triste – feliz

En este caso los antónimos están en el campo de los estados de ánimo humanos. Se refieren a cómo puede encontrarse una persona en un momento determinado.

Si usamos el adjetivo “triste” estamos indicando que el individuo se halla desanimado. Por ende, es una emoción negativa:

  • “A Pedro se le nota que está triste. A pesar de que él mismo lo niegue, es evidente que su reciente divorcio lo ha afectado profundamente”.
  • “He vivido triste desde que mi hermana se mudó de la ciudad. No solo es la única pariente que aún conservo, sino también la única persona en quien puedo confiar”.
Por su parte, “feliz” nos habla de un estado de ánimo elevado. Es una sensación de alegría y bienestar:
  • “Me hace feliz ver que se esté recuperando las instalaciones de la universidad donde estudié, pues eso permitirá que otros también se formen”.
  • “Si quieres ver feliz a tu esposa, intenta regresar a casa una vez que salgas del trabajo. Las salidas con los amigos están bien, pero no debes descuidar tu hogar”.

Día – noche

En esta ocasión nos topamos con dos antónimos referidos al ambiente. Tanto “día” como “noche” se refieren a dos puntos temporales completamente opuestos.

Tomemos “día” en primer lugar. Este término se refiere al espacio temporal en el que hay luz solar y se desenvuelve la mayoría de las actividades humanas:
  • “Sería mejor si la exposición de la pintora Anastasia fuese realizada de día. Eso me permitiría traer a toda mi familia”.
  • “Se suele pensar que de día nuestra ciudad es más segura. Pero las estadísticas señalan que, de hecho, hay más crímenes que durante la noche”.

Por el contrario, “noche” alude a la parte del día en el que ya no hay luz. Es el lapso que utilizan los humanos para dormir, al menos en líneas generales:

  • “Cuando llega la noche me olvido de todos mis deberes, me voy a la cama, y me acuesto a leer un rato alguno de mis libros favoritos”.
  • “Conducir de noche no es complicado. Solamente hay que contar con unos buenos faros para iluminar el camino”.

Arriba – abajo

Aquí tenemos antónimos relacionados con una ubicación espacial. Aunque se oponen a nivel del significado, comparten una misma categoría gramatical: ambos son adverbios de lugar.

“Arriba” nos da la idea de que algo está por encima. A la vez, nos puede indicar que se hace referencia a la dirección superior:

  • “En cuanto vieron que el perro empezó a correr todos huyeron hacia arriba y se encerraron en el cuarto más cercano a las escaleras”.
  • “Un día llegarás arriba, y todos los demás deportistas te tendrán como un modelo a seguir. No obstante, para que eso ocurra tienes que estar dispuesto a sacrificarte por completo”.
En contraste, “abajo” nos habla de lo que está por debajo de nosotros. O también, de la dirección inferior:
  • “Pregunté dónde estaba mi madre. Me contestaron que se hallaba abajo, así que fui con toda prisa a mostrarle el correo que había recibido acerca de mi admisión en la universidad”.
  • “Nadie quiere rentar un piso abajo. La explicación de este fenómeno es que se suele decir que allí habita un fantasma durante la madrugada”.

Grande – pequeño

Nos topamos con un par de antónimos que guardan relación con los seres humanos a nivel físico. Más específicamente, con la estatura que pueden tener. Pero además se puede aplicar a objetos y lugares.

El primer antónimo, “grande”, se refiere a una persona, cosa o ubicación con un tamaño considerable. Veamos unos ejemplos:

  • “Al llegar al zoológico lo primero que vimos fue un mono grande. Se columpiaba entre las ramas, a la vez que hacía un gesto de saludo con una de sus manos”.
  • “El empresario adquirió un terreno grande que pretende usar para establecer la franquicia de comida rápida que tiene en mente, además de un hotel y un centro comercial”.

Por el contrario, “pequeño” funciona cuando el elemento tiene unas medidas muy reducidas:

  • “El presupuesto de la universidad es demasiado pequeño. No alcanzará para pintar los salones ni mucho menos para reparar la biblioteca”.
  • “María me pidió ayuda para encontrar que pudiese alquilar. No obstante, el único disponible era pequeño, por lo que no habría podido colocar en él todas sus pertenencias”.

Bonito – feo

Este par de antónimos tienen lugar a nivel estético. Sirven para señalar si la apariencia de algo o alguien es agradable o no.

Si escogemos usar “bonito” estamos diciendo que el elemento en cuestión es hermoso. O sea, resulta cautivante a la vista:

  • “Desde la ventana del cuarto de Miguel se puede observar un paisaje bonito y tranquilo. Por eso nos sentamos cerca de ella, para contemplarlo mientras charlamos sobre cualquier cosa”.
  • “Un detalle bonito en este cuadro es la mirada de la mujer, la cual transmite una paz increíble. Eso contrasta con la tensión que abunda en el resto de la obra”.
En contraparte con el término anterior, “feo” nos señala que el objeto o la persona carecen de belleza alguna. Así pues, es un adjetivo con tono despectivo o negativo:
  • “El plano que hizo el arquitecto quedó feo. Esto hizo enojar en gran medida al director, que ordenó botar de inmediato el diseño y buscar a otro profesional”.
  • “En la entrada del cementerio hay un cartel feo con una cita de la Biblia. Por lo irregular que son los trazos de las palabras, muchos asumen que lo hizo un niño”.

Frío – caliente

Con estos dos términos nos referimos directamente a la temperatura. Son polos opuestos entre sí, por lo que en el lenguaje se convierten en antónimos.

“Frío” se refiere a una temperatura baja. Lo utilizamos para referirnos a la cualidad de estar congelado de ser gélido:
  • “El cuarto frío es usado para guardar las carnes, las bebidas y los helados. Es importante no dejarlo abierto nunca, dado que eso haría que entrar el aire del exterior, lo cual afectaría los productos”.
  • “El clima frío del camino me ayuda a relajarme mientras viajo en el bus. Y gracias a eso llego con buena actitud a mi trabajo”.

Con “caliente” pasa justo lo contrario. Esta palabra hace alusión a una temperatura alta, de modo que se utiliza para indicar calor o sobrecalentamiento:

  • “La jefa se empezó a sentir caliente, de modo que todos nos asustamos. Ella dijo con total confianza que no pasaba nada, pero entonces se mareó. Acto seguido, la llevamos al hospital”.
  • “Si la consola llega a ponerse muy caliente es porque no se está refrigerando de la forma correcta. Debes prevenirlo, o se acabará estropeando”.

Amor – odio

Estos son dos antónimos muy comunes. Seguramente los hemos visto y utilizado en nuestros textos muchísimas veces. Se refieren a dos emociones contrarias.

“Amor” hace alusión a un cariño especial que se puede sentir por algo alguien. Se aplica también para referirse a sitios y animales:

  • “No está mal sentir amor por una persona que ya no está entre nosotros. El problema es cuando permitimos que eso nos impida superar su ausencia”.
  • “El amor ha sido muy idealizado durante toda la historia humana. Por ese motivo algunos psicólogos intentan definirlo de una forma más realista y menos perfecta”.
Por otra parte tenemos “odio”. Este término es antónimo del anterior porque nos habla de un sentimiento de desprecio y rechazo:
  • “El odio que Paco siente por su tío Alfonso es muy profundo. No obstante, considerando que fue él quien traicionó a su padre y lo dejó en la bancarrota, es comprensible que no guarde ningún aprecio hacia su persona”.
  • “Una de las diferencias entre los adultos y los niños es que estos últimos no tienen la misma capacidad para guardar rencor que sí posee una persona desarrollada. Eso ocasiona que sean menos propensos a sentir odio hacia quienes los lastiman”.

Bajo – alto

Estos dos antónimos pueden referirse a personas si hablamos de estatura. En cambio, si los usamos con otras cosas sirve para indicar el valor de un elemento.

“Bajo” implica que la cualidad, sea cual sea, es reducida. A continuación unos ejemplos de cómo funciona según cada caso:

  • “Un hombre bajo entró a la sala de espera mientras la señora de la limpieza hacía su labor. Él caminó sobre el suelo mojado sin ninguna preocupación, lo cual despertó la ira de la mujer”.
  • “Comprar prendas de bajo costo tiene sus ventajas y sus desventajas. Sí, son muy accesibles para quienes tienen poco dinero. Desgraciadamente, la calidad es tan mala que al cabo de unos meses empiezan a perder sus colores”.
“Alto”, por su lado, nos señala todo lo contrario. Si lo utilizamos es porque la persona cuenta con una estatura considerable, o el objeto posee mucho valor:
  • “Desde siempre he querido ser tan alto como mi hermano mayor. Sin embargo, nuestros padres son diferentes, así que posiblemente nunca llegue a pasar”.
  • “El alto monto de las ganancias que generó la compañía despertó la atención de varios accionistas. Lo que no sabían aún es que todo era en realidad una estafa”.

Soltero – casado

Estos últimos antónimos se relacionan con el estado civil que puede tener una persona. Es decir, si tiene una unión formal y legal con alguien más.

“Soltero”, el primer antónimo, es un adjetivo que nos indica que el individuo carece de esa unión que ya señalamos. De ese modo, su estado es libre en relación con la ley:
  • “Cuando era joven y soltero podía salir muchísimo con mis amigos, sin ninguna otra preocupación que el bienestar de mis padres”.
  • “La compañía necesitaba a un empleado que estuviese preferiblemente soltero, ya que tendría que viajar de forma constante a otros países, lo que lo dejaría sin tiempo para su familia”.

“Casado”, en cambio, señala que la persona está unida a otra. Por lo tanto, es el antónimo directo de “soltero”:

  • “A pesar de que Marianela murió hace varios años, su esposo sigue apareciendo como casado en su documento de identidad. Supongo que para él declararse viudo es como separarse definitivamente de ella”.
  • “Mi jefe ha estado casado desde el año pasado. Desde entonces no hay un día en el que no lo escuchemos discutir con su esposa por teléfono”.