El apóstrofe o apóstrofo: Uso, ejemplos y ejercicios resueltos

El apóstrofo (también conocido como apóstrofe) no tiene un uso tan común como en otros tiempos. Sin embargo, eso no significa que deje de ser muy útil en varias ocasiones cuando escribimos. De ese modo, es conveniente que sepamos cómo se utiliza.

apostrofe o apostrofo

Precisamente por eso en esta ocasión nos dedicaremos a definir el apóstrofo y a brindarte unos cuantos ejemplos de su uso. Y para que no te quedes sin practicar, añadimos al final varios ejercicios con sus respectivas respuestas.

¿Qué es correcto, apóstrofe o apóstrofo?

Lo correcto es que digamos “apóstrofo”, siempre que se trate de este signo: ’.

Debemos tener eso bien en claro antes de que avancemos. Es muy común que las personas piensen que el apóstrofe y el apóstrofo son lo mismo, cuando en realidad son dos cosas distintas.

¿Qué es el apóstrofe?

El apóstrofe es una palabra que cuenta con dos definiciones:

  • Apóstrofe como invocación: se refiere a un llamamiento directo que se hace de forma vehemente a una segunda persona. Este concepto recibe también un uso como figura literaria en muchos escritos poéticos.
  • Apóstrofe como insulto: el apóstrofe es asimismo un sinónimo de la palabra “insulto”. Casi no se usa al día de hoy con ese sentido, pero es totalmente válido.
Por ende, el apóstrofe no tiene nada que ver con el apóstrofo, más allá de la similitud entre sus nombres. El primero es sencillamente un término, mientras que el segundo es un símbolo gráfico.

¿Qué es el apóstrofo?

El apóstrofo es un signo ortográfico que sirve para acortar palabras removiendo vocales y consonantes.

Es decir, mediante el uso del apóstrofo podemos reducir la cantidad de sílabas presentes en una palabra, ya sea para fines estéticos o por una costumbre en la forma de hablar.

Este signo solía ser muy frecuente entre los escritores en siglos pasados. Pero su popularidad fue decayendo debido a que cada vez había menos personas que lo usaban.

Debemos señalar además que el apóstrofo no es un signo exclusivo del idioma español. Está presente en muchos otros, como el inglés y el francés. Incluso en el catalán se suele utilizar muchísimo. Y aunque tengan ciertas diferencias, el fin primordial de su uso es el mismo en todos ellos.

¿Cómo se utiliza?

El apóstrofo se utiliza al final de la palabra y en la letra que deseamos retirar.

Eso significa que el apóstrofo reemplaza directamente la letra o las letras. A su vez, por ley general se debe unir la palabra con la que sigue justo a continuación, si comienza con vocal:

  • «Vamos pa’rriba»: aquí “para” lleva el signo. Y como “arriba” comienza con vocal, está última se suprime.

En cambio, si lo que sigue es una consonante no haría falta colocar el apóstrofo: “No tengo nada pa darte”. En este caso la RAE explica que no es necesario porque la palabra se reduce sin necesidad de modificar la otra:

Podemos decir que el apóstrofo tiene tres usos posibles y válidos. Vamos a proceder a tratar cada uno, y mencionaremos también los usos incorrectos:

Para señalar sonidos suprimidos en ciertos dialectos

Como sabemos, en el nivel oral cualquier idioma puede sufrir ciertas variaciones. En el caso del español, suele ocurrir que algunos hablantes con un bajo nivel de cultura suprimen muchos sonidos dentro de las palabras.

Por eso, en vez de decir “para” dirían solo “pa”. Y la forma de reproducir este fenómeno es a través del apóstrofo: “no sé qué hacer pa’yudarte”.

Ahora bien, no es común que debamos reproducirlo en los textos que escribimos. Esto es más propio de ciertas novelas, cuentos y poemas en los que se intenta imitar esa forma de hablar en algún personaje.

En los últimos años se ha visto este mismo uso en ciertos diarios con diferentes fines. Casi siempre, para reflejar el dialecto de una zona o país en concreto.

Para reproducir nombres y expresiones de otras lenguas

Ya dijimos que el apóstrofo tiene uso en otros idiomas modernos. Sucede que en algunos casos hay que referir un nombre o una expresión con este signo proveniente de alguna esas lenguas, por ejemplo:

  • «C’est la vie»: una expresión francesa que viene a significar “así es la vida”.
  • «O’Conner»: es un apellido inglés.

Si quisiéramos introducir cualquiera de esos ejemplos en un texto, tendríamos que conservar la presencia del apóstrofo. De ese modo, respetaremos la grafía del idioma original sin afectar la del nuestro.

Para indicar la ausencia de una vocal al final de una palabra en textos antiguos

En muchos textos antiguos era común que se removiera la vocal final en ciertas palabras. Mayormente, en artículos y preposiciones. Esto se hacía solo cuando la palabra que seguía iniciaba con una vocal:

  • D’aquella: de aquella.
  • Qu’es: que es.
  • L’austeridad: la austeridad.

Este uso del apóstrofe se ve corregido en ciertas ediciones modernas de esos textos, por lo que se leería “de aquella” en vez de “d’aquella”. Pero en otros casos se conserva.

Usos incorrectos

Ya que vimos los usos tradicionales del apóstrofo, veamos cuáles son incorrectos. Casi todos ellos resultan inválidos porque en realidad pertenecen a  otros idiomas:

  • Para dividir la hora de los minutos: se suele escribir “8’30 h”, pero esto es un error. La manera correcta sería usar los dos puntos o uno solo, “8:30 h” y “8.30 h”.
  • Para sustituir las dos primeras cifras de un año: algunas personas escriben “Francia ‘94”. En realidad, lo que debemos hacer es dejar la cifra sin el apóstrofo o usar un guion corto, “Francia 94” y “Francia-94”.
  • Para separar decimales: no está bien que escribamos “3’450”. Si lleva decimales deberá ser “3,450”.
  • Para señalar el plural de una sigla: las siglas en español no aceptan ninguna forma plural. Por consiguiente, escribir “ONG’s” es incorrecto. Siempre deberán ir en singular, “las ONG de antes eran mejores”.

20 Ejemplos de apóstrofo

Ahora que terminamos con toda la teoría, es necesario que veamos el apóstrofo en acción. Para ello hemos elaborado unos cuantos ejemplos:

  • “Tanto trabajar pa’liviar tu dolor, y no consigo nada”.
  • “Vamonos pa’l cine a divertirnos”.
  • “Está cerquita’e mi casa”.
  • “Si continuamos así vamos pa’trás y no pa’lante”.
  • “Llévalo pa’rriba, a ver qué quiere”.
  • “Mire pa’l lado izquierdo y vi solo un abismo”.
  • “Le dije que’toy cansado de tanto trabajo”.
  • “El hijo’e Miguel me trajo un nuevo libro”.
  • “Quiero helado’e manzana”.
  • “El esposo’e Marta estaba cansado”.
  • “Mi sueño es poder ir pa’l río a diario”.
  • “Estaba pegado’e la pared”.
  • “M’ijita, tráeme un pantalón”.
  • “Esta casa es d’aquel señor tan guapo”.
  • “Conocí al profesor D’Annunzio”.
  • “Ese es el perro’e Juan”.
  • “D’aquellos días no recuerdo absolutamente nada”.
  • “L’esperanza de las personas es que el destino les guarde algo maravilloso”.
  • “El ahijado’e mi cuñada tiene un pequeño trastorno”.
  • “Te quiero a mi lado pa’marnos siempre”.

Ejercicios

Los ejercicios que hemos escrito para ti son bastante especiales. En este caso no se trata de que coloques el apóstrofo. Por el contrario, deberás identificar las palabras con vocales suprimidas y escribirlas como deberían ir.

Es decir, tendrás que escribir cada oración de la forma en la que un hablante correcto lo haría. Fíjate bien para que identifiques las letras suprimidas.

  • “Ayer fui pa’l consultorio del doctor”.
  • “María nos propuso hacer jugo’e limón”.
  • “Pa’lante lo único que hay es un camino polvoriento”.
  • “No vine aquí pa’yudarte, sino para que me des explicaciones”.
  • “Decidimos dejar pa’l viernes la reunión”.
  • “La niña quiere que la lleve pa’l parque”.
  • “La abeja persiguió al hijo’e Susana”.
  • “Notamos que pa’rriba no podíamos ir”.
  • “Ella quiere un hombre al que no le dé miedo ir pa’bajo en ciertos casos”.
  • “Vimos pa’l lado que nos señaló”.
  • “Ella es una gran amiga’e todos nosotros”.

Respuestas:

  • “Ayer fui para el consultorio del doctor”.
  • “María nos propuso hacer jugo de limón”.
  • “Para adelante lo único que hay es un camino polvoriento”.
  • “No vine aquí para ayudarte, sino para que me des explicaciones”.
  • “Decidimos dejar para el viernes la reunión”.
  • “La niña quiere que la lleve para el parque”.
  • “La abeja persiguió al hijo de Susana”.
  • “Notamos que para arriba no podíamos ir”.
  • “Ella quiere un hombre al que no le dé miedo ir para abajo en ciertos casos”.
  • “Vimos para el lado que nos señaló”.
  • “Ella es una gran amiga de todos nosotros”.

De esa manera terminamos con el apóstrofo. Tal como vimos, aunque no es el signo más usado sí es necesario saber cómo utilizarlo. ¡Recuerda practicar mucho para que memorices bien todos sus usos!