Si te da curiosidad saber cómo empieza y termina el día de un estudiante de medicina promedio, entonces presta mucha atención a lo que hablaremos en este artículo.
¿Cómo es la vida de un estudiante de medicina?
Más que llevar una bata encima todo el día, la rutina del estudiante de medicina es interesante y peculiar, aunque pesada y difícil la mayoría de las veces, también puede resultar verdaderamente sorprendente por las cosas que se viven.
Primero hay que aclarar que como es de esperarse, las circunstancias varían dependiendo del año de la carrera, la universidad, incluso el país en el que te encuentres.
Aunque de igual forma hay aspectos generales que no varían y que son los que vamos a considerar en las siguientes líneas.
Horarios del estudiante de medicina
Es lo primero que resulta en común a la mayoría de estudiantes de medicina, pues usualmente en las facultades, las clases inician a primera hora de la mañana, alrededor de las 7 am.
Con lo estrictos que suelen ser los profesores con la hora de llegada, se dispone de poco tiempo para alistarse, muchos incluso optan por no desayunar, lo cual obviamente está muy mal.
Algunas recomendaciones para este punto:
- Alistar tus cosas la noche anterior.
- Tener tu mochila con todo lo que necesitaras.
- Tu uniforme fuera del armario listo para ponértelo.
- Si es posible el desayuno listo para calentar.
Si llegas antes de la hora a clase no hay problema, pero si llegas durante o después, entonces atente a las consecuencias que no son nada agradables.
Llegar antes de la hora es provechoso incluso, porque puedes repasar tus apuntes de la clase anterior o leer un poco acerca de lo que se hablará ese día, así tendrás las ideas frescas y podrás intervenir en clase.
El día en la facultad de medicina
Durante los primeros 3 años que normalmente son puramente teóricos no difieren tanto de la secundaria, estas en un salón sentado en tu pupitre mientras escuchas al profesor dar la clase.
La diferencia está en el nivel de exigencia, te hacen muchas más preguntas, y lo que no responda nadie, siempre queda pendiente para discutirse en la clase siguiente.
En las horas libres o “recesos” dentro de la facultad es recomendable aprovecharlos para irte a la biblioteca y adelantar tu estudio, sobre todo si tu horario de clases es extenso y llegas un poco tarde a casa.
No esperes a estar en la comodidad de tu hogar para hacer los deberes, el tiempo que dejas pasar sin hacer nada productivo termina saliendo caro.
Es muy útil también sentarte junto a tus compañeros a conversar sobre lo visto en clase, que cada uno aporte ideas o información que haya conseguido mediante investigación, así aclaran dudas entre todos y alivian la carga de trabajo al momento de llegar a casa.
Las prácticas médicas
Durante la 2da mitad de la carrera se empieza a recibir algo de práctica, entras a consulta con los doctores o participas en jornadas de salud pública, también en algunas universidades se imparten ciertas prácticas desde los primeros años, cosas básicas como sutura, toma de signos vitales, primeros auxilios, etc.
Es lo que suele resultar más emocionante, porque es un pequeño abreboca de lo que será la vida como profesional de la salud.
Puede que estas prácticas las recibas en aulas de la facultad o que debas trasladarte a instituciones de salud que tengan algún tipo de acuerdo con tu universidad.
En el primer caso no hay mayor complicación, ya que es casi como entrar a otra clase más; en el segundo caso es un poco más complicado, ya que debes coordinar detalles logísticos, como el tiempo que te tomará llegar hasta el lugar y luego de regreso a la facultad o a tu hogar según sea el caso.
Regresando a casa
Cuando estabas en secundaria esto significaba descanso, pero lamentablemente eso ahora cambia, pues todavía quedan cosas por estudiar, sin embargo, si adelantaste parte del trabajo en las horas libres en la facultad, te habrás quitado una buena parte de la carga de encima.
Sin importar que tan agotador haya sido el día de clases, intenta no agobiarte, tomate un par de minutos para respirar profundo y desconectarte, luego organiza tus ideas y decide que temas son prioritarios para la clase del siguiente, eso es lo que vas a estudiar.
Evita a toda costa postergar las cosas.
Acumular las tareas es muy malo, no solo en medicina, sino en cualquier carrera. Tampoco intentes abarcar todo el contenido de la materia en una noche, no se puede, haz las cosas con calma y distribuye bien el tiempo.
Recuerda que como dijimos en la primera parte, tendrás que levantarte temprano y sería muy práctico tener las cosas preparadas desde la noche anterior.
El tiempo libre
De seguro ya te estabas preguntando que pasaría con esto, no te asustes, seguirás teniendo tiempo para compartir con tus amigos y familiares, solamente que será muy limitado.
Lo recomendable es que no te distraigas durante los días de semana (lunes a viernes), para que de este modo el fin de semana tengas tiempo libre para salir a divertirte, de forma planificada por supuesto, ya la improvisación no tendrá cabida en tu rutina.
Entonces según lo que hablamos, es notable que medicina es una carrera exigente, requiere mucha dedicación y disciplina, es comprensible que por ello pocas personas se animen realmente a estudiarla; de igual forma no hay que temer, pues con mucho esfuerzo y organización puedes llevar las cosas del modo correcto y tener tiempo para disfrutar fuera de lo académico.